domingo, 1 de abril de 2012

Google busca Google


Cuando un estudiante, entre los que nos encontramos, prepara un doctorado es que ya ha llegado demasiado lejos. Así  Larry Page y Sergey Brin habían llegado demasiado lejos cuando presentaron la tesis a través de la cual mejorarían las búsquedas de la red. Google sería marca registrado en 1997 y para cuando Francia celebraba su Mundial y lo ganaba, apenas un año después, superaba a Altavista.

A pesar de su éxito instantáneo nadie se libra de pedir créditos. 25 fueron los millones de dólares que necesitaron los hoy socios de oro y les fueron conseguidos por inversores privados que vieron el futuro en las seis letras que sirven para buscar el mundo. Después vendría la compra de Youtube por 1.650 millones, Google TV y las polémicas claro. Con la expansión del buscador  no solo se ha valido de éxitos, las críticas están a la orden del día por las censuras aplicadas en países como China quienes han creado su propio buscador o un símil de Facebook solo para ciudadanos de este país.

Pero ¿qué es Google?

Decir que Google es un buscador, es como decir que el Titanic era un barco. Google es el transatlántico de los buscadores aunque mantiene esa fragilidad empresarial de ver en el horizonte una posible caída. Porque también es una empresa. Teclear las seis letras en el ordenador supone visitar una página a priori sencilla tras la que se esconde un rebuscado proceso en el que todo es importante. En la sede del buscador todo está estudiado: por qué las letras (que se actualizan casi a diario y por países con motivo de efemérides conocidas o no tanto) son así y no de otra forma, el tamaño de la barra de búsqueda o el color de las letras. Un botón como muestra: para el color azul de la barra de estado se mostraron 50 tonos diferentes entre los que se eligió ese, ya que el usuario clica en más ocasiones en este tono que en ningún otro.

Detrás de Google hay pura matemática. Las paredes de su sede, en la que trabajan los mejores creativos del mundo, se encuentran llenas de fórmulas matemáticas para mantener vivo el espíritu de los trabajadores por donde quiera que vayan. Cualquiera puede sumar a esto teoremas que resolver se encuentre donde se encuentre. Google se basa en un algoritmo de más de doscientos algoritmos. Para poder comprenderlos necesitaríamos una ingeniería, ser admitidos en la empresa y lo a priori más complicado, ser una de las personas que lo conocen. Como la formula de la Coca-cola, los ingenieros trabajan en él sin conocerlo entero y en un constante cambio: 300 veces al año el último año.

El algoritmo basa la búsqueda en la búsqueda del usuario, valga la redundancia. Es un escáner general de cada movimiento. Cada click queda registrado en función de gustos, países e individuos. Es un gran hermano orwelliano con una búsqueda, casi frustrante, de la perfección.

No todo son matemáticas

Para mantener viva la llama de Google, la propia empresa sigue una política de recursos humanos tremendamente sencilla: los mejores ingenieros del mundo trabajarán allí. Sencilla pero cara. Google vive en una búsqueda continua de su identidad, tremendamente cambiante y orgullosamente obsesiva en monopolizar cualquier movimiento de un usuario esté donde esté. Para tener a los mejores, aparte de desorbitados sueldos imposibles e incalculables –fruto de la tremenda cotización de Google y su incalculable valor de mercado- sienta las bases en, como comentábamos antes, oficinas dinámicas. Por ello no está penalizado acudir en pijama a la oficina, no es de extrañar que en lugar de ir por las escaleras acceda a la planta inferior en tobogán y jamás le despedirán por jugar al Guitar Hero en sus horas de trabajo. Sí, ha leído bien, en sus horas de trabajo.

La concentración no lo es todo y una empresa con semejante desarrollo necesita una innovación diaria fruto de ensoñaciones que a priori parecen imposibles. Como Google Maps, a quien en principio se tachó de locura y ahora muestra las calles tal y como son, o Google Books que persigue el “modesto” objetivo de escanear y poder indexar todos los libros de texto jamás publicados. La búsqueda constante de recursos pues, es la base del gigante que busca, del gigante que nos busca. Y al que buscamos. Porque la noticia, excéntrica, surge al saber que 600.000 personas al día buscan Google en Google. Como Google nos busca a nosotros. Como Google busca a Google.


Darío Novo

1 comentario:

  1. lo cierto es que google ha triunfado por encima de todos los demás buscadores de internet, algunas de sus causas podemos encontrarlas publicadas en el blog de este megabuscador.

    1. Concéntrate en el usuario y todo lo demás llegará sólo.
    2. Es mejor centrarse en una cosa y hacerla muy, muy bien.
    3. Deprisa es mejor que despacio.
    4. La democracia funciona en Internet.
    5. No necesitas estar ante tu escritorio para demandar respuestas.
    6. Puedes ganar dinero sin ser malo.
    7. Siempre hay más información ahí fuera.
    8. La necesidad de información cruza todas las fronteras.
    9. Puedes ser serio sin traje y corbata.
    10. Excelente no es suficientemente bueno.

    me gustaría también resaltar que su éxito está basado en una combinación de un servicio de alta calidad en búsquedas y una alta credibilidad entre sus usuarios

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